La rutina puede sentirse como el final del romance en el dormitorio. Tú y tu pareja se aman y se conocen lo suficientemente bien como para navegar cada curva de su cuerpo en la oscuridad. A veces, es bueno tener algo seguro y familiar en el dormitorio, pero también es genial cambiar las cosas. Los estudios demuestran que también puede tener grandes beneficios para su relación a largo plazo.